La vacuna contra la intolerancia se suministró vía oral (jarabe).
Dependiendo de las apreciaciones de cada director de grupo, se dieron 2 gotas a los estudiantes que no presentan situaciones de conflicto; 5 gotas a quienes eventualmente se muestran intolerantes e irrespetuosos y 10 gotas a aquellos niños que de manera recurrente presentan situaciones de conflicto y agresión con sus compañeros y maestros.
La vacuna estuvo precedida por una charla de orientación sobre el respeto y las relaciones interpersonales.
Se anima a seguir reforzando en casa las buenas prácticas, el respeto, la tolerancia y la construcción de hábitos saludables al interior del hogar.